El monstruo del circo se había escapado, había ocurrido en la madrugada, un sábado, a las 12:00 am del año 1994. Alrededor de las 02:30 am, lo mataría el Gran Jefe, nombre que le daban en el circo “El Eterno Show”, al que generación tras generación, terminó heredando el poderío de las grandes carpas azules. Solo el Gran Jefe decidía quién continuaba dentro del espectáculo. Si bien el monstruo, (el cuál no contaba con nombre, ya que era indigno de uno), cumplía un papel importante una vez abiertas las puertas, no era sumamente valioso ya que había recibido grandes quejas por parte de los expectantes y de sus propios compañeros en los últimos meses, por lo tanto su huida fue la que terminó de condenar su muerte. Cuando el monstruo murió, su cuerpo se quedó en el suelo, en plena quietud. Parecía dormido plácidamente, como un bebé, un bebé monstruo. Su alma, sin embargo, flotaba a unos tres metros del cuerpo. Ya el tormento había pasado, quedaba en el ayer, pero algo impedía s...