Deseo de una ilusión
Había llegado tan tarde que ya nadie lo reconocía. Su rostro ya no era el mismo, su cuerpo se había convertido en algo más grande. Seguía siendo humano, pero su piel no era la misma, ni sus ojos; dejaron de ser verdes, para convertirse en cafés. Su estructuralismo había bajado a un punto más bajo que cero. Se parecía tanto a su hija, las mismas pasiones, el mismo ideal, los mismos gestos y movimientos. ¿Acaso la imitaba para ganarse su amor por primera vez?
Llevaba muerto menos de seis meses, pero su cuerpo se había ido hace más de veintisiete años, incluso quizá más. Pero como la había procreado, veintisiete años bastaban de ausencia.
Quizá había robado el cuerpo cuando falleció. Hay historias que aseguran que cuando alguien muere y no resolvió cierto asunto en esa vida, puede robar el cuerpo de alguien que está sufriendo un paro cardíaco, lo único que debe hacer es pedir permiso y dar una breve explicación de por qué necesita volver. El cuerpo ajeno, aún vivo, debe dar un consentimiento en base a un juicio que apela a juzgar, cuál es la razón más fuerte de cada uno por seguir viviendo. De cierta manera no es un robo como tal, ya que hay un permiso consentido y valores de por medio.
Entonces, guiados por esto, él había vuelto a reclamar por última vez su amor. Pero aún así, ella estaba desconcertada, ¿cómo podía entregar su amor a alguien desconocido?. Pero son solo hipótesis, quizá ese hombre extraño que vino y se acercó, no era su padre realmente.
Que bello !!!
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